Las Energías Renovables en Europa

Llamamos energías renovables al conjunto de energías que se generan utilizando los
recursos naturales de la Tierra: la luz solar, el viento, los recursos hídricos (ríos, mareas
y olas), el calor de la superficie terrestre o la biomasa. El proceso mediante el cual estos
recursos renovables se convierten en energía no produce emisiones netas de gases de
efecto invernadero. De ahí que también se hable de «energías limpias».
Las energías renovables pueden utilizarse para producir directamente electricidad o calor
destinados a nuestras casas e industrias. Pero también pueden servir para generar
biogases, utilizados en la producción de calor o electricidad, y biocarburantes, empleados
en los transportes.
Las energías renovables desempeñarán un papel crucial a la hora de alcanzar los
objetivos energéticos y climáticos de la UE. No solo están disponibles con abundancia en
la UE, sino que, además, compiten en costes con los combustibles fósiles. De este modo,
pueden contribuir a que nuestros sistemas energéticos sean más asequibles y reducir la
dependencia de la UE respecto de la importación de combustibles fósiles. Además, las
renovables tienen potencial para crear toda una serie de nuevos puestos de trabajo,
abrir nuevas oportunidades industriales y contribuir al crecimiento económico.
La evolución de las energías renovables
Como tecnología, la energía renovable no es algo nuevo, sino que tiene fuerte arraigo en
Europa. Ya en 1991, Dinamarca creaba el primer parque eólico marino («Vindeby»),
compuesto por 11 aerogeneradores. Ese mismo año, Alemania introdujo la primera
«tarifa abierta» para las renovables en Europa, mecanismo destinado a acelerar la
inversión en estas tecnologías.
En el año 2000, Europa ya representaba más del 70% del total de la energía eólica
mundial y el 20% de las instalaciones solares fotovoltaicas. Ese mismo año, también en
Dinamarca, hacía su aparición el primer parque eólico a gran escala, «Horns Rev», en el
que se empleaban numerosas tecnologías que posteriormente se convertirían en normas
del sector.
En 2008, Europa había pasado a ser el mayor mercado mundial de energía solar
fotovoltaica, con más del 70% del mercado. Ese año, en España, el parque fotovoltaico
de Olmella (una central eléctrica de 60 megavatios, la mayor del mundo) generaba
energía solar suficiente para abastecer a 40.000 viviendas al año.
A medida que en el resto del mundo aumentaba la producción y utilización de energías
renovables, Europa mantenía su liderazgo. En julio de 2019, Portugal creó el parque de
energía solar fotovoltaica con menor coste del mundo… récord que mantiene hasta la
fecha.
En los últimos años, la cuota de las energías renovables en el consumo final bruto ha
aumentado en toda la UE: del 9,6% en 2004 al 18,9% en 2018. Los cinco países
miembros con la mayor cuota energética procedente de fuentes renovables son Suecia,
Finlandia, Letonia, Dinamarca y Austria (datos de Eurostat para 2018).
Además, y según las últimas fichas estadísticas sobre energía de la UE, las renovables
son actualmente la principal fuente de generación de electricidad en la Unión.
Legislación de la UE sobre energías renovables
La UE, pionera en energías renovables, ha hecho en su legislación considerables
esfuerzos por integrar mejor las fuentes renovables en los sistemas energéticos
europeos. En su afán de ser líder mundial en este campo, la UE ha marcado un camino
claro que otros pueden seguir.
Cuando la Directiva sobre energías renovables (2009/28/CE) fijó objetivos nacionales
para los países miembros, la medida se consideró «inédita». Hoy en día son 173 los
países del mundo que tienen objetivos semejantes.
En diciembre de 2018, la Directiva de 2009 se revisó e integró en un paquete de
medidas sobre energía limpia para todos los europeos. Se estableció el objetivo
obligatorio de alcanzar en 2030 un mínimo del 32% de energías renovables, con una
cláusula que contemplaba una posible revisión al alza antes de 2023.
De manera aún más ambiciosa, el Pacto Verde Europeo esboza una serie de iniciativas
en todas las áreas para lograr que la UE sea climáticamente neutra de aquí a 2050. Las
energías renovables, junto con la eficiencia energética, son un pilar energético
fundamental que nos ayudará a alcanzar tan ambicioso objetivo. Como parte de este
esfuerzo, la Comisión Europea planteará nuevas medidas a fin de incorporar los avances
tecnológicos en todos los sectores del sistema energético. Esta iniciativa para la
denominada «integración sectorial inteligente» ayudará a crear el sistema energético
europeo del futuro.
Este año, la Comisión pondrá en marcha una nueva estrategia destinada a impulsar la
energía eólica marina. La estrategia abordará las oportunidades y los retos, el impacto
en las redes y mercados energéticos, la gestión del espacio marítimo y los aspectos de
política industrial de esta fuente energética. Además, antes de junio de 2021 se revisará
y, en caso necesario, se modificará la legislación europea en materia de energías
renovables.
En beneficio de los ciudadanos: aceptación por el mercado
La UE es hoy en día líder en energías renovables y ha tomado medidas significativas
para impulsar su aceptación por el mercado. Unas políticas ambiciosas, junto con
proyectos de investigación e innovación, además de sustanciales inversiones, han
contribuido a crear una sólida base industrial. Esto, a su vez, ha permitido que algunas
tecnologías de energías renovables sean más fácilmente accesibles y asequibles para los
ciudadanos de la Unión.
Hoy en día, los paneles solares y las turbinas eólicas forman parte del paisaje cotidiano,
lo que en gran medida se debe a una mayor actividad comercial. Por ejemplo, el coste
de la producción de energía solar disminuyó un 75% entre 2009 y 2018, y en 2014, la
energía eólica terrestre pasó a ser más barata que el carbón, el gas y la energía nuclear.
En 2019, la producción de energía eólica y solar de la UE superó por primera vez a la de
carbón, lo que supone que en la mayoría de los países ambas fuentes sean tan
competitivas, o incluso más baratas, que los combustibles fósiles.
Al ser más accesibles las tecnologías, se empodera más a los ciudadanos. El paquete
sobre energía limpia para todos los europeos y la refundición de la Directiva sobre
fuentes de energía renovables facilitan a los ciudadanos la creación de comunidades
energéticas, pero también la producción, almacenamiento y venta de sus propias
energías renovables.
En la próxima década se espera que continúe el crecimiento de las energías renovables.
Por ejemplo, crecerá el autoconsumo y la instalación de paneles solares en los tejados
de las casas. Esto brindará a la UE una ventaja competitiva que la ayudará a impulsar el
crecimiento económico y la creación de empleo. En 2016, el sector de la energía solar
fotovoltaica representaba 81.000 puestos de trabajo a tiempo completo, que se prevé
que aumenten a 175.000 en 2021 y entre 200.000 y 300.000 en 2030.
Más información: https://ec.europa.eu/energy/topics/renewable-energy_en

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