Esta fuente de energía renovable aprovecha los restos orgánicos, las sustancias que constituyen los seres vivos. Es importante remarcar que no aprovecha seres vivos directamente, sino restos orgánicos. El aprovechamiento de esta energía es a través de la propia combustión de la materia, es decir, al fin y al cabo es un biocarburante.
La biomasa está teniendo especial auge en Europa en comparación con el resto del mundo, es sin duda donde más se usa y donde más se ha desarrollado y aplicado a distintas utilidades. A nivel doméstico podemos ver calderas que funcionan por biomasa, con briquetas obtenidas de residuos de madera. Es habitual también ver la aplicación de la biomasa en forma de combustibles energéticos, a partir de la caña de azúcar o de la remolacha.