La energía eólica es la que se obtiene aprovechando el viento, el movimiento de las masas de aire. El movimiento de esas masas mueven las aspas y se transforma la energía mecánica producida por el movimiento en energía eléctrica.

Pese a que encontramos casos de uso doméstico con minigeneradores que producen energía para el hogar, sobre todo para instalaciones aisladas, sin acceso a la red, lo más normal es ver este tipo de instalaciones en grandes parques eólicos, ya sean terrestres o incluso marítimos. Este último tipo de parques va ganando cada vez más importancia porque no es necesaria la utilización del terreno y los movimientos de masas de aire son mayores mar adentro, ya que no se encuentran obstáculos como las cadenas montañosas.
El mayor problema puede ser que aunque se puede hacer una previsión anual de producción, es difícil predecir los momentos en los que se va a producir o la cantidad que se puede llegar a producir en un intervalo concreto y más complicado aún es que esos momentos de máxima producción se correspondan con momentos de consumo.